El concepto de branding personal no es nuevo. Existió siempre, aunque muchas veces confundido entre conceptos parecidos, como reputación, experiencia y personalidad.
Fue el autor norteamericano Tom Peters en su ya clásico artículo The Brand Called You (aparecido en la revista Fast Company en Agosto de 1997) el primero en definirlo formalmente.
En su artículo, Peters afirma que la única manera de lograr diferenciarnos como profesionales en un mundo cada vez más competitivo es manejando nuestra carrera como las grandes empresas manejan las marcas de sus productos.
¿Qué es el Branding Personal?
Branding personal es el proceso de definir con precisión qué nos hace diferentes, de especificar como esa diferencia se traduce en un beneficio relevante para nuestra clientela o audiencia, y de comunicar ese beneficio de manera clara, concisa y efectiva.
El branding personal nos permite romper el paradigma tradicional de tener que adaptarnos a las diferentes oportunidades que se nos presentan (llámese un empleo o un proyecto), y nos da la pauta para saber si esas oportunidades son realmente compatibles con nosotros.
Un proceso de branding personal bien ejecutado hará que las oportunidades correctas vengan a nosotros en lugar de nosotros tener que perseguirlas.
El branding personal implica también actuar con una visión a largo plazo. No podemos reinventarnos todos los días. Cada una de nuestras acciones contribuye a que acumulemos (o perdamos) brand equity, y sus consecuencias se dejarán sentir por mucho tiempo.
En Favor del Branding Personal
Hay quienes dicen que el branding personal es un enfoque simplista que ignora la complejidad de nuestra condición humana y nos reduce a la categoría de objetos.
Nada podría estar más lejos de la realidad.
Esa complejidad, mezcla única de nuestros talentos, valores, relaciones, experiencias y preferencias personales es precisamente lo que nos hace diferentes. No se trata entonces de ignorar nuestra complejidad, sino de definirla de tal manera que nos ayude a comunicar el valor que solamente nosotros podemos ofrecer.
No asumir la responsabilidad de construir nuestra marca personal es dejar que se nos defina a través de descripciones de trabajo genéricas e impersonales, y que nos convirtamos en commodities.
Comunicando Tu Marca Personal
Las mejores marcas personales son capaces de comunicar lo que representan en muy pocas palabras. Un ejemplo es el candidato (y hoy presidente de los Estados Unidos) Barack Obama quien logró definirse con una sola palabra: Cambio (Change).
Una manera efectiva de comunicar tu marca personal es a través de una declaración de misión.
Contrariamente a lo que ocurre en el mundo corporativo, donde la declaración de misión es por lo general una insulsa colección de clichés acuñados por algún gurú de moda, la declaración de misión puede ser una herramienta muy útil si se redacta con pocas palabras simples.
Por ejemplo “lograr que de cada dos alumnos uno vaya a la universidad” es una declaración de misión mucho más poderosa que “sinergizar esfuerzos para que mediante el uso de tecnología de punta maximicemos el potencial intrínseco del educando”.
Otra herramienta muy útil es la llamada “frase de elevador”, una especie de comercial para tu marca personal que debes poder exponer en alrededor de 15 segundos. Con esta corta frase debes poder presentarte (dar tu nombre); explicar a que te dedicas; cual es el valor de lo que ofreces o que te hace especial y diferente; y sugerir un próximo paso (que podría ser simplemente la manera de comunicarse contigo).
Es útil también confeccionar una lista de tres a cinco adjetivos que te definan. ¿Qué palabras quisieras que vengan automáticamente a la mente de todos aquellos que escuchan tu nombre? Piensa en adjetivos con connotaciones positivas y que establezcan una diferencia importante.
Más Allá del Curriculum Vitae
Si bien todavía es necesario, el curriculum vitae ya no es suficiente. En estas épocas, una estrategia de branding personal que no aproveche las poderosas herramientas que nos brinda la Internet está condenada al fracaso.
Hoy, si no estás en Google no existes.
65% de los usuarios de Internet confían en un motor de búsqueda para conseguir la información deseada: ¿Qué encontrarán cuando escriban tu nombre? ¿Qué encontrarán cuando escriban tu especialidad y tu ciudad? ¿Te encontrarán, o encontrarán a tus competidores?
Si bien hay muchas maneras de influenciar éticamente los resultados de un motor de búsqueda, una de las más comunes es registrar tu dominio y crear una crear una página web sencilla. También es muy efectivo llenar perfiles en las principales redes sociales, y llenar un perfil en Google. Estos perfiles tienden a ser muy bien catalogados por los motores de búsqueda.
El Poder de los Blogs y las Redes Sociales
Los blogs y las redes sociales (los llamados social media) han roto las barreras de entrada que nos separaban de nuestro mercado objetivo. Estas herramientas (muchas de ellas gratuitas o de bajo costo) han permitido que quienes éramos antes simples espectadores ahora podamos tomar control del escenario.
Los medios tradicionales como los diarios, la televisión y la radio ya no son la única manera en que podemos consumir y diseminar información.
La publicidad tradicional atraviesa por una grave crisis de credibilidad, y con justa razón. Nada más cabe plantearse la pregunta: ¿Qué tiene más peso: lo que tú digas de tí mismo, o lo que otros digan de ti?
La respuesta es obvia, y explica por que cada vez menos gente depende de la publicidad para tomar una decisión de compra y cada vez más en recomendaciones de amigos, potenciadas de exponencialmente por las redes sociales.
Gracias a los blogs ahora contamos con una plataforma de alcance global e instantáneo para expresar y difundir nuestras ideas, así como también interactuar con quienes nos visitan. Un blog es quizás la mejor herramienta disponible para comunicar nuestra marca personal.
Redes como LinkedIn permiten relacionarnos con otros profesionales y construir nuestra red de contactos de una manera fácil y rápida. Por medio de LinkedIn podemos acceder a oportunidades que de otra manera no se nos hubiesen presentado.
A través de YouTube podemos tener un canal propio para difundir nuestras ideas, presentaciones, entrevistas y comentarios. Slideshare nos permite compartir nuestras presentaciones con nuestra audiencia.
Otras herramientas importantes para comunicar tu marca personal son Twitter, para compartir enlaces y opiniones breves, y Facebook, para compartir comentarios, fotografías, videos y aplicaciones, o para construir una página para nuestra empresa, producto o servicio.
Las posibilidades que nos brinda la Internet para construir y comunicar nuestra marca personal están limitadas sólo por nuestra imaginación y por el tiempo y esfuerzo que deseemos invertirle.
Tu Personalidad: La Cereza de la Torta
Una de las primeras preguntas que surge cuando uno resalta la importancia de crear nuestra marca personal y participar activamente en las redes sociales es: ¿Para qué? ¿A quién le importa mi opinión, lo que me gusta, o lo que estoy haciendo?
Pues, a todos…
Vivimos en una época en que los atributos técnicos, si bien siguen siendo importantes, ya no son suficientes para diferenciarnos. Probablemente hayan, sólo en tu ciudad, miles de profesionales (dentistas, abogados, contadores, etc.) técnicamente capacitados para hacer su trabajo bien.
Esta abundancia de opciones nos da la prerrogativa de trabajar sólo con personas que compartan nuestros valores, nuestras aficiones, nuestras prioridades y nuestra manera de ver las cosas (personas que, como se dice comúnmente, “nos caigan bien”).
Nuestra personalidad y nuestras experiencias personales son la sazón que le da al plato de nuestra marca personal su sabor único y característico.
El exceso de formalidad, y la separación de la vida profesional de la personal son cosa del pasado. Lo que la gente quiere saber para trabajar contigo es quien eres realmente, y cuales son tus historias.
Fuente: http://www.tumarcapersonal.com
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