Recordamos mejor a las personas que sonríen y nuestro cerebro las detecta rápidamente.
Desde tiempo inmemoriales, se sabe que un rostro sonriente produce emociones positivas y resulta atractivo, ahora la neurociencia suma nuevas evidencias que nos muestran lo importante que es como seres sociales sonreír más seguido y de sobremanera, si queremos que nos recuerden.
Un estudio realizado en el Centro de Neurociencias Cognitivas de la universidad de Duke (EE UU), los científicos Takashi Tsukiura y Roberto Cabeza, demostraron que los nombres de personas que sonríen se recuerdan mejor.
La investigación se realizó, presentando a un grupo de voluntarios fotografías de personas serias y otras sonrientes, seguidas de sus nombres, a la par los cerebros de los participantes, eran monitoreados por resonancia magnética funcional (RMf).
La RMf, revelo que la corteza orbitofrontal (relacionada con el circuito de placer cerebral) y el hipocampo (relacionado con la memoria), los voluntarios mostraban más actividad cuando aprendían y recordaban los nombres de las personas con gestos sonrientes.
Esta respuesta, se debe a que nuestro cerebro es social y por ende, sensible a las señales sociales positivas, detectar rápidamente a los amigos o personas amigables, fue una excelente estrategia de supervivencia para nuestros antepasados, lo mismo que lo que fue y es hoy en día recordar a las personas que nos ayudaron o consideramos que podrán hacerlo.
Las neuronas espejo también entran en juego, activándose aquellas que hacen sentir como propia la expresión alegre del otro, lo que conduce a estimular el circuito de recompensa cerebral y con ello al hipocampo (estructura fundamental en la memoria explícita e implícita) y la memoria.
Estudios anteriores realizados por Antonio Aznar-Casanova y colaboradores de la Universidad de Barcelona, ya habían revelado que los rostros sonrientes eran identificados en 100 milisegundos, mucho antes que las expresiones de tristeza y miedo.
Richard Wiseman, psicólogo de la Universidad de Hertfordshire, dice que la manera de actuar modifica los pensamientos y sentimientos, motivo por el cual sonreír es fundamental, hay que mantener la sonrisa unos 10-15 segundos para deje huella en nuestro estado emocional. Por ello en Neurosicoeducación se emplea el uso de la sigla de UCCM (unidad cuerpo cerebro mente).
Sin lugar a dudas, sonreír tiene muchos aspectos positivos, hace ver a una persona más sincera, atractiva y amable, despierta las neuronas espejo de los otros y aumenta los niveles de dopamina (un neurotransmisor relacionado con sensaciones de placer) en uno mismo y en los demás.
Así que si deseamos:
- Dejar una imagen agradable y que nos recuerden.
- Mejorar nuestro estado de ánimo.
- Despertar positivamente las neuronas espejo de los otros.
- Estimular la memoria de los alumnos o grupo de capacitación.
- Generar un contexto enriquecido y seguro en el aula o ámbito laboral.
- Crear un espacio a favor de las funciones cognitivas y ejecutivas de los lóbulos prefrontales.
Lo que debemos hacer ¡es sonreir!Fuente: Journal Social Cognitive and Affective Neuroscience. Torro-Alves, N.; Aznar-Casanova, J. A. y Fukusima, S.S. “Patterns of brain asymmetry in the perception of positive and negative facial expressions”. Laterality: Asymmetries of Body, Brain and Cognition.
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Norma Gavidia