Por Emilio Franchi Roussel
Desde nuestra concepción, inicio de la vida, durante siete o nueve meses, succionamos “combustible” nutricional de la placenta, nuestro “primer surtidor”. Ella proporciona el alimento para construir nuestra estructura psicobiológica.
Aporte que llega con “buena o mala sangre” según las hormonas, saludables o nocivas, que afectan a nuestra progenitora, como a ella le ocurrió en el vientre de la suya. Fenómeno generacional que se repite.
Llega luego el corte del cordón umbilical y el fin de la conexión con ese, nuestro primer pecho, la placenta. Ansiosos, nos prendemos a los senos maternos, a las mamaderas y a los “objetos intermediarios” (chupete, frazadita, pañuelo materno, etc.) para afrontar el reto del “apego-desapego”.
Tiempo más, tiempo menos, otra vez el corte del destete, oportuno o inadecuado, según la madurez y el arte materno, la posible sobreprotección o aún, la gravosa indiferencia. De la variable actitud maternal depende aceptar el despegue y el desapego apropiados, el límite al hábito consumista o, por mutua y corresponsable dificultad, la creación de la práctica adictiva e insaciable, aprendida y grabada por su gozo o por su frustración. Iniciados como adictos, vida por delante, permanecemos troquelados por la costumbre o transformamos nuestra personalidad.
Inmadurez o desarrollo
Desde la matriz maternal ingresamos a la “matriz cultural”, ocupada en informar, formar y uniformar criaturas ortodoxas, tipo “bonsái”, tras el corte de sus raíces vocacionales, de sus ramas de imaginación y creatividad.
En efecto, a partir de la disposición del hemisferio cerebral izquierdo – HI - dominante, lógico y racional, la matriz esculpe clones sociales ortodoxos, afiliados al materialismo, a su filosofía de TENER. Sin embargo, producto de inusuales conductas educativas, estilo“socráticas”, en instituciones y en el hogar, pertrechado el ser humano con las virtudes de su hemisferio cerebral derecho - HD - holístico y emocional, imaginativo e intuitivo, con su “núcleo vocacional” polifacético, por el entusiasmo de SER puede, “metanoia”*mediante, edificar su libre y rebelde identidad heterodoxa, autónoma, hegemónica y creativa, espiritual y comunitaria.
Las adicciones al trabajo (pro-estrés), al alcohol, al tabaco, al café, al estudio ilimitado, a medicamentos o sustancias psicoactivas, al juego, a los deportes, a la “dromomanía”**, a la TV, a internet, etc., hacen predominante el empleo del HI. Hemisferio Intelectual, agente de razón de lógica y competencia, tras variables “conductas adictivas” huye de las emociones, que delega en el HD, donde reprimidas en “archivos”, permanecen activas y vigentes, afectando los tiempos, presentes y futuros.
La cultura estimula y adiestra el – HI (individualista) en el hombre en particular, mientras no lo entrena y lo discapacita para la atención apropiada de los vínculos y compromisos “racional-emocionales” integrativos. La predominancia activa del HI, motivo y origen de individualismo centrípeto, que margina al otro, a los otros, excluye y oculta las emociones dolorosas padecidas, por el registro y evocación de la infantil impotencia.
El HD, innovador e intuitivo, al servicio de la creatividad, vive abierto y permeable a los sentimientos, a las influencias y necesidades sociales, a los estímulos cósmicos. Lograda la integración entre ambos hemisferios, la atención y concentración en el aquí y ahora incrementadas, favorecen la investigación, el ingenio, la imaginación y la producción creativa, actitudes que superan las compulsiones repetitivas.
Estima Personal
Durante la perinatalidad, desde el vientre materno, al nacer y en la primera infancia, la valoración de la criatura inicia su registro acorde con estímulos positivos o negativos: hormonales, por la vía sanguínea placentaria; la tierna contención afectiva maternal; la atención, los cuidados y estímulos que valoran, al estilo de meticulosos progenitores, al modo de “jardineros”, quienes con ejemplos en principios y valores éticos, procuran el sereno desarrollo de sus filiales siembras. Simultáneo u opuesto puede ocurrir lo adverso en rechazos (verbales o gestuales), indiferencia, presiones morales, censuras, penitencias, soledades, acosos, abusos.
De comienzo y durante años, es inevitable la dependencia adictiva de la valoración del entorno, del “que dirán”, que prefiero llamar “hetero-estima”, en el seno de una matriz cultural conservadora, verticalista, culpógena y machista. Desde los infantiles avatares, surge un paulatino o brusco desafío – apego-desapego - que afecta el vínculo materno filial inolvidable.
Cuando no ocurre lo indispensable para el crecimiento saludable, se mantiene el apego, la adherencia recíproca, placentera o frustrante, con una madre sobreprotectora, creída como indispensable; o bien, con una madre ausente, indiferente y desafectiva, y por la dolorosa intrascendencia, son constantes los reclamos de consideración. Esto convierte la hetero-estima en una conducta adictiva hacia el amparo de otra persona “idealizada”, hacia una institución– el Estado, a menudo - o de todo aquello que impresione, se ilusione o alucine, como una “madre incondicional” que protege y restaure.
Conducta que puede encontrar fundamento y motivación, en la rígida creencia del adicto de ser un N.N, un hijo accidental o un adoptivo, no advertido, una víctima, útil solo como “cosa” o chivo expiatorio de culpas ajenas. Realidad enriquecida por la carencia de un “maestro o padrino” que valore y estimule sus recursos, para su autonomía y extraordinario desarrollo potencial.
Por la incorporación real de una imago*materna sólida y un verídico amor paternal, es posible el paulatino cese del vínculo adhesivo. En esta ocasión, la criatura enraizada en su positiva valoración, en sus recursos y habilidades, domina el desafío de la autonomía y la progresiva responsabilidad de su propia vida. Si así ocurre, el ser humano cuenta con el material para construir ahora, su propia y novedosa “auto-estima” que, por un lado, debilita su primitiva “hetero-estima” y por el otro, hace difícil o anula el desarrollo de una adicción.
Ego-Adicción
La Ego-adicción centrípeta, en el nivel de minusvalía o en el de extrema egolatría (que coexiste con la dependencia de la “hetero-adicción”, en ciertas personas), suele ser crédula y obcecada en la difusión de lamentos o supuestas proezas.
La subestimación, evidencia de sentimientos culposos de intrascendencia e insignificancia, suele percibirse en un enfermo, en un pobre, un inmigrante indocumentado, un alumno agredido por el “bullying”* escolar, una persona deforme, en un ex – recluso, motivo de repudio ambiental. El marginado, como mendigo, ruega aceptación, se ocupa en tareas indignas, obnubilado por la idolatría o con rencor obseso, se somete hacia sus “protectores-explotadores”.
Quien, vanidoso o engreído se sobrestima omnipotente, infalible e incuestionable, domina y manipula, en forma violenta o seductora, a sus congéneres, convertidos en meras “cosas útiles”, obligadas y sumisas, como sujetos carentes de opinión y derechos.
Ella o El “ego-adictos”, arropados con el disfraz aprendido (cobertura de la vergonzosa subestimación, originada en infantiles humillaciones y bochornos) dependen de sus seguidores sumisos y secuaces. Tras su aparatoso poder, sin embargo, comparten sólida y recíproca codependencia con sus sometidos. Si pierden la fidelidad obsecuente procuran retenerla mediante diversas estrategias. Si fracasan, pueden caer enfermos en la soledad, tras el juicio y abandono de sus antiguos fieles.
La ego-adicción y su heteroestima constituyen, desde el inicio, un complejoinfectado por el veneno de la culpa, que tarde o temprano, promueve autocastigos: en pérdidas de salud, de patrimonio, de relaciones familiares y personas queridas, en quebrantos por el juego o irracionales inversiones, en adicción a sustancias, en accidentes de ruta o en deportes extremos. Mucho más si la pobre estima, nació en un hogar disfuncional.
Cuando la inevitable hetero estima es benigna y relativa, generada en un hogar proveedor de aportes éticos, el ser humano patrocinado por estímulos y ejemplos, puede perseverante, por el empleo y capacitación de sus habilidades, lograr la superación de vitales desafíos. La estima de este modo, deja de ser adicta, se convierte en óptima, humilde, se confirma en el respeto social, el culto del “nosotros”, en la asistencia de todo habitante en cualquier cultura terrestre, en el amor a la naturaleza, la vida de su fauna, su flora y su armonía ecológica.
La Ego-adicción extrema, en ambos niveles, bajo la dominancia del hemisferio izquierdo (HI), dan forma a la matriz del “seudo-amor”, a la lucha por el poder, al sometimiento y la violencia en vínculos verticales, asimétricos. Relaciones afectadas por la incriminación y la competencia de adjudicaciones mutuas – errores, culpas, miedos, egoísmos - por las verborragias, carentes de respeto y responsable escucha. En suma, promotoras de tóxicas relaciones afectivas, laborales y sociales, al servicio del subdesarrollo y el sufrimiento mutuo y popular.
Géneros y adicciones
Luego de estas consideraciones, deseo señalar, la importancia de tener un margen de tiempo, para responder a la pregunta que justifica estos escritos, y la importancia de desarrollar la IES, porque los dos puntos, conllevan implícitos, el significado de nuestra existencia, algo que juzgamos, muy caro para cada uno de nosotros.
Desde la filogenia, el hombre cavernícola, cazador y guerrero, debía ignorar sus emociones ante las fieras, en las batallas ante la dura naturaleza. Desarrolló así el HI estratégico, flemático e inalterable. En esas épocas la mujer, madre vitalista, protectora de su prole, campesina dedicada a la agricultura, adiestró al HD, en particular. Destreza por la que actuó como intuitiva "pediatra-veterinaria" para comprender los mensajes de sus criaturas.
Taciturno, poco expresivo, él se conforma con emitir 4000 palabras diarias, mientras ella, supera las 8000. Expuestas por la ausencia de los varones, dedicados a la caza o a las guerras, necesitaban esta rica expresividad (función que estimula el desarrollo cerebral “hipocampal”*de sus hijos) y por ella poder además, integrar comunidades femeninas defensivas, para control de riesgos, preservación de la soledad personal y la de sus hijos.
Creación de vínculos
Cuando uno u otro, creído y valorado como indispensable, adquiere el status de persona imprescindible, genera un vínculo de adicción, frecuente en nuestra cultura. Un vínculo origen de relación vertical, autoritaria (amenazadora o seductora) de posesividad, celos, envidia, rivalidad y violencia, ya machista o feminista.
Crear un vínculo horizontal, equitativo y recíproco, requiere trabajo personal perseverante de auto reconocimiento, desarrollo y crecimiento. En nuestra cultura por carecer del aprendizaje apropiado, desde las familias e instituciones educativas (primaria, secundarias, terciarias y universitarias) es costumbre la reiteración de las relaciones verticales, laborales y afectivas, evidencia de los “virus culposos” sociales
Ciudadanía y estresores socio-político-económico-culturales
En una mayoría de culturas terrestres, es común la conducción opresiva de poblaciones por tiranos, “Ego e ideológico adictos”, seductores y manipuladores o violentos y amenazadores, origen de un grave estrés social. Realidad que se confirma en: subdesarrollo, corrupción de funcionarios, desnutrición, mortalidad infantil, pobreza, sub-educación, hospitales desabastecidos, adicciones, explotación humana, delincuencia, prostitución, ludo-adictos, narcotráfico, emigración, suicidios juveniles, etc. En síntesis y en conjunto, un grave “populicidio” efecto de la irracional megalomanía humana ejercida sobre el descompromiso cívico ciudadano.
Para comprender este fenómeno, social y mundial, cabe aquí recordar las “Diez Estrategias de Manipulación Mediática” descriptas por Noam Chomsky, practicadas por dichos dirigentes.
Neurobiología de las Adicciones
El modelo de la conducta del violador puede ser oportuna para describir, por su semejanza, la dinámica de las comunes adiciones de las sustancias psicoactivas. Desde un hogar disfuncional y deshonestos entornos, los violadores, educados en nociones no - éticas, víctimas de abusos sexuales o de trastornos en el lóbulo frontal cerebral (en su corteza orbito frontal - COF) sede de los controles éticos humanos.
Como sexo-adicto compulsivo, desde las conexiones neuronales de la COF con el Núcleo Accumbens (NAc) del cerebro medio (Sistema Límbico), donde se registra el placer y su saciedad, el violador procura reiterarlo a merced del incremento de una neurohormona, la Dopamina (DA).
Cuando nos encontramos deshidratados brota la noción de la sed y la necesidad imperiosa de consumir agua. Por semejanza esto permite explicar, lo que ocurre con la declinación de la DA y su síndrome de abstinencia.
Aumentada y disfrutada, generó dependencia adictiva, evidente cuando el individuo privado de ella – su sed -, motivado por la urgencia de la búsqueda del placer añorado (de nombre "craving", por anhelo) asume incontrolables conductas impulsivas, sobredosis suicidas o acciones criminales, como ocurre en ciertas graves adicciones. Por las penosas reincidencias, en Rusia, han aprobado la "castración química" de los violadores.
En Argentina, el Dr. Marcelo Rubinstein, investigador de la base biológica de las adicciones, ha señalado: “los auto-receptores de dopamina D2 – en las neuronas del cerebro medio – funcionan como una fuerza inhibitoria del comportamiento. Es decir, forman un sistema en las neuronas que les avisa cuando frenar en la liberación de DA. Cuando no lo poseen, o los niveles de los autorreceptores son bajos, las neuronas están desenfrenadas. Esto es un factor de riesgo y puede inducir a comportamientos compulsivos”.
Recursos y prácticas para dominio de las adicciones
El HD, innovador e intuitivo, al servicio de la creatividad, permeable a las necesidades sociales y a los estímulos cósmicos es fundamento y motivación para la apropiada integración de ambos hemisferios. Este cambio basado en la disciplina de la voluntad, de la atención y concentración en el aquí y ahora, que favorece la investigación y producción creativa, la cosecha de logros, es el recurso y fundamento saludable para ignorar o superar compulsiones adictivas.
Nuestros potenciales recursos pueden ser comprobados y establecidos por medio de: la tarea de introspección, del “auto-indulto”, la meditación, la escritura automática, las ocurrencias intuitivas, el registro y comprensión de los sueños, la realidad de las metas conquistadas y las visualizadas a lograr (fundamento del “Pude-Puedo-Podré), las “emergencias espirituales” superadas, en psicoterapia transpersonal, si es necesario.
El trabajo personal de auto-crecimiento, de los hemisferios en trabajo solidario cooperativo, es primordial para el control de la policausalidad pro-adictiva, el desarrollo de la madurez y la socialización de todo ser humano. Dominada la individualidad, puede establecerse la comunicación integrativa en los inusuales equipos, el respeto de la sociedad, de todos y cada uno de sus miembros (aquí y en el planeta) con todo otro, sin discriminación alguna, en las prácticas altruistas y cooperativas al servicio de las comunidades.
REFERENCIAS:
* Metanoia: Es palabra griega que significa “conversión. En teología, cambio de mentalidad por el que el hombre se convierte y vuelve a Dios, se arrepiente y transforma su comportamiento y su visión de las cosas. Para nuestro texto, la incluyo como actitud de cambio hacia la esencia auténtica de la persona, efecto de la integración plena de ambos hemisferios cerebrales y el acceso posible hacia la espiritualidad el séptimo chakra de la apertura plena de la conciencia).
** Dromomanía: Necesidad imperiosa de trasladarse, de viajar. De “Diccionario de Psiquiatría”, de A. Porot. Editorial Labor, 1962.
* Imago: prototipo inconsciente de personajes que orienta la forma en que el sujeto aprehende a los demás, a partir de las primeras relaciones ínter subjetivas, reales o fantasmáticas con el ambiente familia. Concepto descripto por C. G Jung (Diccionarios de Psicoanálisis de J. Laplanche y J. B. Pontalis – Editorial Labor – 1974.
*“bullying”, por “bull”, matón, es vocablo de uso actual para denominar la violencia escolar, sobre y entre compañeros.
* Hipocampal por hipocampo, núcleo del cerebro medio o sistema límbico, sede del aprendizaje y la memoria.
** El Dr. Marcelo Rubinstein es investigador del Instituto de Ingeniería Genética y Biología Molecular del Conicet. Desde una nota redactada por Valeria Román publicada en “Clarín” del 12, de julio, de 2011